Reporteros Sin Fronteras pide la inmediata liberación del periodista Hamza Kashgari, del diario Al-Bilad, que se enfrenta a una posible sentencia de muerte por unos twitts sobre Mahoma que las autoridades saudíes consideran una "blasfemia".
Kashgari fue detenido el 9 de febrero, en Malasia, país al que había huido en busca de asilo tras recibir numerosas amenazas de muerte. Tres días después fue extraditado a Arabia Saudí. Reporteros Sin Fronteras condena la naturaleza sumaria de su extradición y acusa a las autoridades de Malasia de complicidad con Arabia Saudí.
La organización manifiesta su oposición a las leyes de blasfemia de cualquier tipo, que violan la libertad de expresión, y rechaza la decisión del ministro de Información saudí, Abdul Aziz Khoja, de prohibir a Kashgari trabajar para los medios de comunicación saudíes. “La expresión de una opinión personal de un periodista no debe tener ningún impacto profesional”, considera RSF.