Al menos 10 periodistas y 2 blogueros están actualmente encarcelados en Azerbaiyán, que se ha convertido en la mayor prisión de Europa para periodistas. El país que preside Ilham Aliyev, ha asumido desde el 14 de mayo la presidencia rotatoria del Consejo de Europa. Reporteros Sin Fronteras pide por ello que los demás miembros que lo conforman recuerden al Presidente Aliyev sus obligaciones respecto a la libertad de información.
El periodista y defensor de los derechos humanos
Parviz Hashimli ha sido condenado a ocho años de cárcel, el 15 de mayo, acusado de "recibir" una "venta ilegal de armas". Además, la investigación del Gobierno va más allá de sus fronteras: el 18 de abril consiguió la extradición de Turquía de
Rauf Mirkadyrov, corresponsal del periódico independiente
Zerkalo, al que inmediatamente encarcelaron, acusado de espionaje. Otros, como
Avaz Zeinally, apadrinado por la sección española de Reporteros Sin Fronteras, cumplen desde hace años largas penas de prisión.
El gobierno de Azerbaiyán controla la información en el país a través de la autoridad reguladora de los medios y el mercado publicitario. No hay canales de televisión independientes y los periódicos que lo son sobreviven a duras penas. Uno de los más destacados, Azadlig, está al borde de la quiebra por las multas astronómicas que le han impuesto y la negativa de la empresa de distribución a pagarle lo que se le debe por las ventas del diario.
El hecho de anunciarse en las camisetas de uno de los equipos que juegan la final de la Champions League 2014, que será seguida por millones de espectadores de todo el mundo, no debe desviar la atención de la dureza con que el régimen azerbaiyano trata a los periodistas: censura y cárcel.